jueves, 31 de enero de 2013

Don Carlos


Desde que tengo memoria recuerdo a Don carlos como un hombre de rasgos tristes, su mirada poseia ese tinte de melancolia caracteristico de la pobreza, mezcla entre nostalgia y resignacion. Habia momentos en el que se decidia a interrumpir la dinamica crudeza de la realidad tan solo para fumar un cigarro en el ventanal de aquella casa en flores, tan triste...Tan suya...
-¿Y que? ¿Te vas a quedar ahi parado? 
A pesar que nuestra amistad llevaba años de cultivada nunca habia logrado arrebatarle la primera frase de un encuentro, su habilidad de anteceder palabras a miradas me resultaba increible, un paralelismo tan abstracto como real.
Inmediatamente al entrar a su casa podrian notar el aspecto lugubre del lugar. Sus muebles viejos, posiblemente heredados de algun familiar, el escritorio, la maquina de escribir y una repisa con licores acorralados en la esquina izquierda, la ventana haciendole compania a su vasta biblioteca y en el centro; la mesa, muestra mas fiel de su soledad, en ella siempre se encontraban el paquete de cigarrillos y un desparramo de hojas y papeles rayoneados con ira.
-Entonces, contame...- Dije mientras me sacaba agitadamente el saco.
El objetivo de mi visita era planear el siguiente programa que emitiriamos, generalmente soliamos encontrarnos en mi casa los dias viernes para esa tarea pero esa noche Don Carlos me habia llamado con verdadero entusiasmo comentandome que tenia nuevas ideas y que temia que se le escapasen durante algun sueño asique decidi desligarme de la nada y apresurarme a llegar a su casa.
Lo acompañe con un cigarro y los dos nos sentamos en la mesa a degustarlo, luego de darle una suave pitada me dijo con el humo en sus pulmones -Vos me conoces, Jorgito, sabes que le debo la vida al olvido, pero esta vez quiero declararle la guerra, o al menos una batalla- Me resultaba extraña la forma de expresar esas palabras, acostumbraba a hablar del olvido y su pasado con tristesa, pero esta tristesa cargaba con gusto a excitacion, como si estuviera a punto de iniciar una aventura sin precedentes pero ¿Que clase de afan hay en declararle la guerra a algo tan etereo?
Delibere un rato sobre lo que dijo, Don carlos al notar la vagueza con la que pensaba remato diciendo -¿No te molesta lo vacio de las palabras cuando no llevan un pasado? Todas lo que decimos carga con una vestidura del recuerdo o por lo menos una mancha que indique memoria, pasado o simplemente algo vivido, eso es lo que da autoridad a las palabras. Hay  gente que no entiende el olvido, vos y yo lo conocemos viejo amigo, nos abrazamos a el y lo disfrutamos, a veces el nos deja, viste como es, pero lo queremos igual que va a se'...-
Despues de unos minutos en silencio intentando aclarar el paradigma atine a decir con timides -¿Y en donde entra la radio ahi? 
-¡Pero jorge!- Dijo entusiasmado -Nosotros hablamos, ellos escuchan, hay que enseñarle a la gente a bailar con el olvido sin que el recuerdo se de cuenta-. Inmediatamente se levanto de su silla y fue a la puerta -Anda jorgito, anda. Mañana contame que decis y arreglamos ¡Dale que se viene con todo malandra!
Me levante atolondrado y me fui sin decir nada, ya caminando por la vereda mire hacia la puerta y seguia ahi, sonriendo, mirando risueño mi caminar.
Al otro dia nos encontramos en la radio, nada se acordaba de la noche anterior, le comente de mi visita y bromeo sobre la noche de parrandas y delirios en la que me debia haber encontrado en la noche.


Octavio Alfeo

miércoles, 30 de enero de 2013

Otro del sistema



Me gustaría aclarar antes que nada que este escrito no lleva como objetivo comprender al hombre, simplemente es un intento de comprenderme a mi mismo como ser incluido en lo que denominamos humanidad, considérese que al entenderse uno mismo se entiende la vida misma, porque en fin ¿Quien seria capaz de explicarnos nuestra misión en el planeta mas que nosotros mismos? En mi opinión es de extrema pereza dejarle la ardua tarea al sistema, educación, religión o institución alguna, compruebe usted mismo como terminamos por no dedicarle tiempo a nuestro entender...
Usted me rematara con un ¿Como terminamos? pero ¿Hace falta decirlo? ¿Es necesario aclarar nuestra inconsciente sumisión ante el sistema capitalista? No pretendo criticar al sistema, hoy en día es un tema completamente trillado, manoseado hasta el cansancio. Mi objetivo es la critica al pensamiento mismo, a la esencia del hombre, los sistemas -sea cual fuere- no son mas que una causalidad de esta esencia completamente corrompida y desgastada.
No soy doctor, abogado, escritor, filosofo ni ningún espécimen académico, simplemente soy un ser humano al que entre cigarros le gusta pensar, como cualquier persona. No necesitamos una etiqueta, diploma o calificación para pensar, basta con haber nacido y transitado en este alborotado conflicto que hoy en día tenemos la hipocresía de llamar vida. Por esto aclaro, lo que postulo en este escrito no fue comprobado científicamente, históricamente y mucho menos religiosamente, es simplemente la mirada de una adolescencia pensante, en representación de toda una sociedad en crisis.
En fin, lo que intento explayar en este pequeño y humilde ensayo es la esencia de los cambios sociales, económicos, culturales y religiosos por los que la humanidad se vio obligado a transitar, llámese movimiento de masas, de minorías, o simplemente -y preferentemente- humanidad.

¿Que entendemos al estudiar historia? ¿Que vemos? Cambios, cambios sociales, cambios rotundos, sistemáticos, evolucionarios, revolucionarios, cambios en fin.
¿Porque la historia se basa en cambios? indudablemente pensamos en errores ¿Que errores comete la humanidad que lo llevan obligatoriamente a cambios?
Al analizar profundamente la historia logramos ver que mayormente los cambios en la sociedad van en un sentido lineal, en búsqueda de libertades, abriendo fronteras y dando paso a nuevos individualismos.  Convertimos el poder en sinónimo de dioses, nobles, reyes, emperadores, aristocracias, parlamentos, repúblicas, estados, políticos, sindicatos, gremialistas o sea cual fuere las denominaciones a los controladores del poder.
La cuestión es ¿Porque cedemos el poder? ¿Porque necesitamos un controlador del poder? Alguien que lo administre, que lo maneje, que lo use en beneficio de nosotros.
Eliminando cualquier concepto que involucre una sociedad, podríamos decir que esta búsqueda de administración de poder es necesaria para nosotros, ya que no nos sentimos capaces de manejar nuestro propio destino.

El poder, somos conscientes, fue cambiando de poseedor respondiendo siempre a los intereses de los grupos dueños de este. Pero ¿Porque nunca respondió a las necesidades del conjunto completo de la humanidad? ¿Como terminamos cediéndole el poder al valor abstracto y carente de sentido de un billete y unos números agrupados? ¿En que momento le arrebatamos el poder a ese dios tan perfecto que poseíamos para entregárselo a un grupo de gordos y sus ideas liberales que nos llevaron a lo que es hoy la sociedad occidental?
Muchos hablaron y hablamos de bien y mal, pero ¿Que hay mas allá de eso? ¿Quienes son los buenos? ¿Como encontrarlos entre el bullicio de la modernidad? Yo, desde mi humilde posición, considero que este fue uno de los peores errores y mal interpretaciones de toda la humanidad, en fin ¿Quienes calificaban a los buenos y los malos? Nunca fuimos nosotros juez y parte de este dilema, nos conformamos con ser testigo de la burla del poder y sus engranajes perfectamente ajustados al límite de cegarnos y dominarnos.
Esas interpretaciones de bien y mal no fueron y no son mas que una herramienta para mantener los sistemas completamente unificados, que sistema querría doblegar y debatir entre sus virtudes y defectos, obviamente que no lo beneficiaria ya que el conjunto de humanidad posee diferentes ideas y necesidades, intentar llegar a un acuerdo es imposible para nuestra raza, pero ¿Porque es imposible? ¿Es acaso nuestra alma oscura y malvada la que no quiere más que su propio beneficio? ¿Es el egoísmo de la burguesía que quiere mantener sus papeles en el bolsillo? ¿Es la violencia del proletariado rebelado ante el sistema capitalista? Eh aquí uno de los conceptos claves de este escrito; Egoísmo
¿No seremos todos más que unos asquerosos burgueses en busca del beneficio de su clase? ¿Somos malvados? ¿Eso es maldad?
Permítanme hacer un recorrido en la más profunda de las imaginaciones de nuestras mentes. ¿Que pensamos al escuchar egoísmo? inconscientemente creemos en la falta de bondad, de solidaridad, llámeme pesimista o negativo pero considero estas definiciones como una de las tantas falsedades e hipocresías de nuestra modernidad.
Que clase de egoísmo puede definir una sociedad que explota hasta el limite a todo su entorno incluyendo especies, recursos y hasta su propio par de distinto color, como puedo llamar egoísta a mi hermano por robar o por apoderarse de algo que no es suyo, si en fin, ¿Que es nuestro mas que la mente cuerpo y alma propia? ¿Realmente necesitamos lo que tenemos? ¿Acaso el alimento, agua, aire no es suficiente para la población mundial que necesitamos entregar unos billetes para tenerlos? ¿A quien se los entregamos? La cuestión es ¿Quien los necesita?
Preferiría evadir el tema de las necesidades humanas, no es la misión de este ensayo debatir sobre lo superfluo de sus necesidades actuales, además, no creo que haga falta aclarar que no son mas que una escapatoria a el mundo plástico al que estamos destinados a transitar, un mundo en el que se paga una renta por haber nacido.

Volviendo torpemente al egoísmo su origen y significado me gustaría plantear una pequeña tesis que llevara directamente al centro de la idea de este inocente escrito.
Imaginemos una situación completamente extrema, solamente con estos ejemplos se logra establecer conceptos; Sienta el peor miedo de su vida, concéntrese en la sensación del miedo mas puro, el terror en su mayor esplendor, en ese momento ¿Que es capaz de pensar? ¿Hasta que punto su mente le permite razonar? Lo primero que usted haría en la peor situación de miedo es correr, trotar, esconderse o sea cual fuere el método de salvación que razone primero, recuerde que en situaciones de miedo el tiempo nunca juega a favor, este simplemente deja de existir. En ese miedo esencial ¿Usted es bondadoso? ¿Salvaría a la persona que tiene al lado de la misma manera que se salvaría usted? Usted valerosamente pensara con soberbia -Obviamente que salvaría a mi mujer, novia, hermana madre o ser querido, pero mas allá de ese intento ¿Rescataría a alguien mas? ¿A cuantos mas? ¿Una clase completa? ¿Una minoría? ¿Una logia? ¿Proletariado? ¿Humanidad completa?

Como se habrán dado cuenta, mi planteo es el siguiente; La humanidad es egoísta por temor, pero ¿A que tememos? Más allá de la vida o la muerte -tema que no es central en este ensayo.
Permítame el atrevimiento y la soberbia de esta relación sin ningún titulo ni referencia que me lo confiera, pero me gustaría basarme en la teoría de la evolución y el psicoanálisis para desarrollar mi idea.

Instintivamente sentimos miedo, esta en nuestra genética, en nuestros primeros años de vida tememos y mas que nunca ¿Porque tememos tanto a la soledad, a lo desconocido, a la oscuridad? ¿Acaso recordamos genéticamente lo que era sobrevivir en la intemperie, ¿Sera que inconscientemente el miedo a ser depredado sigue estando presente en nuestra alma? Quizás no somos capaces de despojarnos de ese terror, el mismo que sentiría una cebra al ver al rey de la selva corriéndolo para alimentarse de él. *
Desde pequeños, ante el miedo de la intemperie y lo ya descrito nos refugiamos en los brazos de nuestra madre, ese calor que todo ser vivo de este planeta experimenta en sus primeros momentos de vida, ¿Acaso el hombre luego de liberarse de los brazos de su madre pierde el miedo? ¿Sera posible que ese miedo persista subconscientemente durante toda nuestra vida? y no solo la nuestra, si no la de toda la humanidad, su historia y sus cambios.

Luego de esta tesis, se podría decir que la maldad y la corrupción de la humanidad moderna no es más que la consecuencia de un egoísmo escondido detrás de un miedo genéticamente subconsciente presente en todas las almas y seres vivos del planeta tierra.

Seria erróneo y torpe creer que esta corrupción comenzó en la sociedad moderna, analizando la historia mundial occidental podemos levantar el velo de la humanidad y descubrir que este miedo siempre fue opacado y reducido a través de distintas ideas, sistemas y pensamientos.
En su momento, los dioses eran los brazos refugio que las madres ya en la edad de adultos no podían darnos, luego -en la búsqueda de libertades del hombre- este paso a apoyarse en religiones y cleros, reyes, aristócratas, nobles, estados, imperios, repúblicas, políticos, gremios. Resumiendo, tranquilamente podríamos hacer una relación directa, profunda y subconsciente entre poder y miedo, cedemos el poder para que tranquilice nuestros miedos, los ataque, los destruya, gran error de la humanidad. Nuestra creación fue maldecida con la posibilidad de pensar, de analizar nuestro miedo sin antes despojarnos de ese instinto animal todavía tan presente en nosotros. Estamos completamente desorientados y cegados por su naturaleza contradictoria.

Para finalizar, podríamos decodificar el sistema moderno ya que contamos la experiencia de vivirlo en carne propia. Hoy en día no contamos con los brazos de los dioses, de los reyes ni de los burgueses para defendernos de nuestro miedo, cedimos el mandato a un éter mucho peor; El dinero.
Nos refugiamos en el, lo necesitamos, nos acurrucamos y regocijamos en las efímeras felicidades que nos otorga. ¿Y porque esto no cambia todavía? ¿Acaso somos los únicos que nos dimos cuenta de esto? Es obvio que no, pero como siempre, muchos de nosotros encargados de engrasan y arreglan estos engranajes que conciernen al sistema capitalista no quieren que cambie, su miedo esta completamente saciado, ellos perdieron ese terror, no quieren volver a temer, están cegados ante el egoísmo del miedo, no son culpables, no somos mas que victimas del azar de un dios que disfruta de los dilemas de una especie completamente al borde del abismo, entre la delgada línea del instinto animal y el pensar evolucionado.



Leer Hombres Y Engranajes
Ernesto Sabato

* Este párrafo esta inspirado en un escrito de Galeano, no recuerdo el nombre ni de lo que trataba, solamente sé que daba la misma idea o similar.


Octavio Alfeo.

martes, 29 de enero de 2013

Pequeña reseña sobre Bosques de mi mente

Hoy me encontré completamente hipnotizado durante el trayecto entre Comodoro y El Bolsón, en un momento en el que el mecanismo de reproducción aleatoria del MP4 y el paisaje se pusieron de acuerdo para agudizar y minimizar ciertos sentidos, y generando una sensación extraordinaria. Posiblemente todas o la mayoría de esas sensaciones extraordinarias tengan un origen que se relacione con la alteración de los sentidos: en este caso, la música embriagante de Bosques de mi mente colisionó con la imagen de un horizonte imposible y distante. De pronto, todo en mi era una secuencia de imágenes inmersas en un silencio metafísico de pulsaciones intermitentes; y las ovejas caminando como si  caminar fuera toda su vida; y las vacas en un grupo más grande que actuaban con libertad, pastando y caminando a voluntad; y al final, una única vaca, como estatua y con mirada fija, acostada sobre la tierra fría. Y la linea de su mirada, en un momento, se cruzaba con la trayectoria del Falcon, y nos miró directamente, solo para que al segundo siguiente, continúe mirando su objetivo lejano, totalmente ajeno a cualquier voluntad mía.



Matias Jurjevic.

Circo Burgués

Una vez al mes la calle Rigolas se despeja de la bruma sin sentido que cubre de misterio su peatonal, son esos días en los que los iluministas y los reacios defensores de la razón pueden por lo menos encontrarse y entre tabacos comentarse las novedades de la economía mundial o leer el diario matutino, en esos dias Juan pierde el miedo, se atreve a ser.
El 28 de Febrero Juan presencio la conferencia que se realizo en el anfiteatro de la calle Rigolas, lo único que sabia de la asamblea era que sus organizadores pertenecían a la burocracia extremista que tanto admiraba su cuñado, el ingeniero Andres. Tímidamente Juan abrió la compuerta que dirigía a la conferencia y casi con cuidado realizo su jorobado caminar hasta el primer asiento libre que encontró, a su lado se encontraba un hombre robusto con aspecto burgués, sin realzar la vista demasiado creyó determinar que su acompañante tenia entre 50 años. 
En la sala se encontraban diferentes y tumultuosos grupos, en una esquina apreciaba con cierto asco un grupo de señoras que posiblemente, o al menos para Juan, desprestigiaban entre miradas indiferentes y contracturadas al grupo contiguo, conformado por unas jóvenes aristócratas, entre ellas Rosaura Del Valle, hija del ilustre ministro.
El alboroto de la sala se esfumo cuando desde el escenario irrumpió un señor de traje, con una prolija corbata y llamativa mirada, no era de las miradas a la que Juan comenzaba a acostumbrarse a ver en esa asamblea, sus ojos eran extremadamente chicos, como si no necesitara mirar mas de lo que analiza. La entrada del extraño sujeto provoco el silencio en la conferencia, se podían oír lejanos murmullos quizás procedente del grupo de la esquina derecha.
Acomodándose la corbata el hombre decidió presentarse, dijo llamarse Dr Bordolett'ie - La presencia de ustedes no es mas que la ausencia, señores- atino a decir casi apresurado el doctor, luego de esas sin sentido palabras todos los presentes en la conferencia comenzaron a sacar de sus bolsos diferentes cantidades de papeles y agitadamente realizaban rayones en ellos, como si las palabras de Bordolett'ie hubieran dado comienzo a una especie de circo burocrático en el que los burgueses corrían por el salón sosteniendo sus sombreros y perdiendo papeles en el camino, de una esquina a otra.
Juan entre el desconcierto y el tedioso ambiente que lo rodeaba decidió distraerse haciendo bollos con los papeles que se le habían caído hace unos minutos al burgués de su lado, el regordete señor, al notar con la indiferencia que Juan arrugaba su papel apresuro su mirada a mostrar indignación y para que esta logre un efecto en su vecino del asiento derecho atino a abrir su boca exageradamente y retirarse con paso ofendido del lado de Juan, que seguía en su indiferente posición.
La conferencia continuo de esa forma 5 horas mas, en ocasiones Juan se deleitaba con algún inesperado echo que atolondrara a los presentes, quizás el caer de un asiento o el romper de un papel por algun movimiento brusco.
Al parecer se había corrido la voz del irrespetuoso accionar de Juan con los papeles del regordete. Los presentes comenzaban a mirar con cierto desprecio a Juan, algunos murmuraban en los oídos de su confidente hirientes palabras probablemente dirigidas al inocente Juan. Al notar las miradas de los presentes la incomodidad se apodero de Juan. Su mirada, al igual que la forma de abollar el papel, tomo aire de nerviosismo y ansiedad, comenzó a intentar vislumbrar el momento perfecto para levantarse del asiento y retirarse, quizás cuando las miradas burguesas se distraigan al menos un segundo le daría la oportunidad de retirarse apresuradamente.
La situación empeoraba con el correr del tiempo, las miradas y los ceños fruncidos de los alrededores de Juan comenzaban a lastimarle como espinas, empezó a sentirse acalorado y una sensación de encierro se apodero de el, el caos de la mente de Juan tomo mayor solidez al notar que la mirada de Bordolett'ie comenzaba a mostrar los mismos rasgos. Con la mirada del Doctor acomodada en su cuerpo, Juan se sentía incapaz de retirarse de la manera planeada. Se esforzó por concentrarse en abollar papeles hasta que las miradas se desprendan de el, entre temblores y sudor se le hacia casi imposible seguir sosteniendo esas hojas ya completamente arrugadas. 
La agresividad con la que Juan arrugaba el papel era paralela a la densidad y la violencia de las miradas contiguas, cada burgués y aristócrata presente comenzaba a mirar con asco y odio a Juan, obviamente sin interceder en la tarea de sus papeles. El tiempo se había transformado en una tortura para aquel pobre hombre que inocentemente habia decidido hace ya 10 horas entrar en ese horrible lugar. 
Juan ya no levantaba la mirada, completamente absorto en la convergencia del papel y sus manos. El sudor comenzaba a mojar el piso lo que provocaba hasta murmullos de los presentes. Al oír nuevamente esos murmullos Juan comenzó a temblar bruscamente, se sentida despojado de su libertad, encerrado en un concierto de ruidos y miradas violentas, sucias y malévolas, entre temblores comenzó a oír la siniestra música compuesta de papeles y voces, pasos y murmullos, decorada con repugnantes miradas y vestidos de crochet. Los temblores se transformaron en convulsiones casi al ritmo de la musica del ambiente, el papel que anteriormente arrugaba al caer de sus temblorosas manos se convirtió en cenizas, Juan callo estrepitosamente en el charco de su sudor, el circo que lo rodeaba comenzó a opacarlo, hundiéndolo entre risas y aullidos de sorpresa en la profundidad de su agitado charco hasta hacer que este desaparezca del salon, ese fue el fin de Juan. Los ojos de los presentes se tornaron oscuros e indiferentes, falseando miradas de luto entre ellos, dieron por terminada la violencia e indignación de sus gestos y continuaron así con sus tarea matutina, entre papeles y rayones.



Octavio Alfeo.

El Paraiso, Martes 25 de Diciembrede 2012

Doctores todos, bajo el amparo de Bordoletti:
La mirada de la Navidad desde la perspectiva del consumismo es dominante por el enorme grupo, que cada vez se acrecienta más, de los rebeldes del sistema. Sin embargo, también debe plantearse la mirada simbólica del festejo: cada año, la masificada "comunidad" -entre comillas- celebra el nacimiento de Jesús de Nazaret: no se recuerda la conclusión de lo que alguien hizo en paso transitorio por el mundo, como el Día del Maestro por la profesión de Sarmiento, ni el Día de la Tradición por la obra de José Hernandez, sino la esencia misma de su individuo, aquella que corre en la sangre de todos y todo. Más aún, ¿no era Jesús el más claro ejemplo de una vida en contacto directo con esta esencia? Quitando toda aquella estructura social-histórica que se construye sobre sus enseñanzas, o mejor dicho, sobre las interpretaciones de sus palabras, ¿no eran éstas un reflejo de la forma de vida que permite al hombre una felicidad garantizada? En todo caso, Jesús fue malinterpretado, tanto por sus perseguidores en su tiempo como por sus seguidores veinte siglos después, pero no es motivo para frustrar una de las pocas celebraciones de la vida. Esa vida que, quizás, era la que os invadía a vosotros, doctores, y a mí, en nuestros inocentes primeros pasos que dábamos en este mundo que se convertiría en el pantanoso camino que hoy transitamos. Quizás en un universo paralelo, la navidad sea un día de descanso, para la celebración de trecientos sesenta y cuatro navidades, "nacimientos"; como la misma palabra lo dice, encuentros con la esencia que comparten todos los sabios y locos, pero que pertenece hasta los renacuajos, los chanchos, las piedras, y la humanidad. Ruego que no os prive la caótica realidad que les invade, el goce más absoluto del festejo de la vida y el encuentro con el Todo.

Un saludo cordial, Dr. Jurjevic.

Matias Jurjevic

Peter Krasimirov

Bordoletti recuerda sobre Peter Krasimirov: "Miraba al suelo. Caminaba mirando las piedras, las baldosas, la arena. Esa era su vida"
Efectivamente, poco más podría decirse sobre ese hombre, más que era artista. Aunque, hasta cierto punto, el ser artista no era mas que una consecuencia de ese oficio de inspector de los sustratos. Peter caminaba por las calles totalmente jorobado, tanto era que sus piernas y su espalda formaban casi un angulo de noventa grados, con ambas manos juntas en la espalda, con una sonrisa cálida y ojos cansados y parcialmente cerrados.
Él decía que detestaba mirar a las personas, a los edificios, al cielo y a todo lo que requería pararse erguido para ver. Nadie sabía bien porque, si bien se planteaban teorías desde una fuerte carga emocional por unos padres violentos, o una maldición de los dioses que lo condenaron a vivir solo mirando la quietud de las baldosas.
Estaba dotado de una increíble memoria, que, al formular una idea de una obra, le permitía recordarla sin apuros y con excelente precisión, y no privarlo del placer de recorrer la ciudad o la playa.
Con el tiempo, las caminatas fueron cada vez menos frecuentes, debido a su estricta dieta de carne de cerdo y res. Su última obra concluida, "Construcción XIV", una serie de manchas amorfas y de círculos vacíos y con bordes de colores claros, fue su obra del más valiosa, por el hecho de que en su exposición- meses después que había muerto- Bordoletti dijo el que se considera el mayor elogio que dijo en su vida: "Si pudiera elegir en quién nacer en mi próxima vida, pues, me elegiría a mí. Más, si luego de esa vida me dieran la posibilidad de volver a elegir, elegiría la vida del rollizo pintor Peter Krasimirov"

Matias Jurjevic.

Genesis 1;20 - 1;21

Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Ignorante de lo que sucedía, las aves con alas blancas, sin cuestionar, obedecían los mandatos del Creador de Todo. Intentaban torpemente reproducirse y volar. Cruzó por la mente de una, informar a Dios sobre la difícil tarea que les había dado; así, intentó llegar a Él, elaborando un complejo plan para encontrarlo. Pero el proceso de planificación tardó demasiado: un día. Para ese momento, Dios ya había creado a un ser inmensamente mas inteligente y ágil, que podía planear ese y mil planes más en un atardecer.
Y el ave con alas blancas se esforzó (eso Dios lo sabe) por llegar a su destino. Pero Dios, Creador de Todo, había concedido a los otros la capacidad de aprovechar todo animal sobre la Tierra para su beneficio. Y así el ave con alas blancas, osada exploradora de los cielos, pronto fue mierda.

Matias Jurjevic.

Elíseo

Elíseo Damia solia dar un paseo por la arboleda cercana al camino rural luego de terminada la siembra diara de maiz, rara vez lo acompañaba su esposa, no era un tipo muy hablador, siempre fue de los que adoran el silencio con las efímeras irrupciones provocadas quizás por un pájaro, o el ligero bailoteo de las hojas secas de maíz.
Contemplar el camino rural con esa nostálgica soledad que acompaña las carreteras y cubre los campos de labranza provocaba cierta melancolía en Elíseo. Solía preguntarse en esas arduas y sin sentido caminatas la razón de esa melancolía, nunca lograba llegar a una conclusión, sus pensamientos eran interrumpidos por el calor que comenzaba a intensificarse luego de pasadas las 17:00 y lo obligaban a emprender el regreso, perdiendo así el hilo de sus profundas reflexiones. Tal era su afán de encontrar significado a esas sensaciones y sentimientos que mas de una vez fue sorprendido por su hijo Heladio, -Quien salia a buscarlo cuando sus caminatas se alargaban hasta el anochecer- sollozando entre la oscuridad de las siembras de maíz por haber tenido que irrumpir sus reflexiones con la molesta idea de regresar. Heladio nunca comentaba sobre lo sucedido, el sabia la obsesión de su padre con descifrar los sentimientos, se limitaba a decir - Subite pa, ya es tarde, dale que la vieja anda rezongando contra las vacas de lo preocupada que esta. Eliseo sin decir una palabra intentaba ocultar el sollozo y montaba el caballo con el orgullo de un padre capaz de sintetizar el llanto en un fuerte espasmo rasposo, todos los hombres de campo lo hacen, no tienen tiempo de quejas.
Se lamentaba las tardes en las que la atareada siembra le impedía realizar sus caminatas -Ese hombre ya va a ver, le voy a meter las mazorcas por el culo si piensa mandar a un gaucho mas de lo que su familia lo hace- gruñía por lo bajo, dirigiéndose a el arrendador cuando este le demandaba siembras mas productivas en determinadas épocas. El único que escuchaba las protestas de Elíseo era su hijo Elíseo II, con tan solo 15 años, el nombre y la genética no era lo único que los vinculaba, Elíseo II, o mas bien Idilio poseía ya desde su temprana edad las mismas obsesiones que su padre. Solia sentarse en la hamaca frente al gallinero a observar las gallinas y las relaciones que estas entablaban con sus crías, le gustaba imaginar que los pollitos se enojaban con su madre al igual que el lo hacia con la vieja cuando no lo dejaba ir hasta el pueblo.
Idilio entendía perfectamente las reflexiones de su padre, Elíseo se las comentaba entre rezongos, quizás para no perder la costumbre de manosear esos pensamientos diariamente.
Muchas veces Idilio modestamente le preguntaba a su padre si podía acompañarlo en sus caminatas, Elíseo accedía, pero ninguno de los dos disfrutaba la compañía del otro irrumpiendo el silencio que adornaba los pensamientos, el paso de uno, la respiración agitada del otro, solamente era una carga, y los dos lo sabían...
A los 49 años, lo que había empezado siendo una caminata reflexiva logro convertirse en la razón de vivir de Elíseo, se levantaba a la mañana con la motivación de llegada la tarde y el saciar los sentimientos de sus caminatas. Idilio, ya con sus 18 años lamentaba las noches en la que su padre volvía llorando y gritando por tener que distraer su mente con emprender el regreso a la casa, la familia ya estaba acostumbrada, solo se encargaban de tener el mate y la manta lista para cuando Eliseo vuelva entre sollozos y tiemblos de sus largas caminatas. Idilio sufría cada día en el que su padre volvía frustrado, con principios de hipotermia y yagas en los pies.
Una tarde de agosto, mientras Idilio labraba la tierra para el cultivo, se acerco su padre con un mate y cargando un pequeño saco de cuero -En el que probablemente llevaba tortas fritas echas por la vieja- le ofreció un mate y con voz raramente exaltada dijo -¿Hoy me acompañas a la vueltita por la carretera, hijo? Idilio noto una sonrisa extraña en el rostro de su padre. Su mirada poseía la tranquilidad que hace años ya había perdido, el sabia lo que iba a pasar. - No puedo hombre, el arrendadero me cuelga del cuero si no le tenemos esto listo para fin de mes, anda vos viejo que yo termino con la siembra rapidito nomas. - bah, ese viejo- gruño como en los viejos tiempos Elíseo mientras comenzaba a dirigirse hacia el portón del rancho.
Esa noche, como todas las otras, la vieja le preparo el mate y le dejo la manta al lado del fogón a Elíseo para cuando este se decida a regresar, Pero como Idilio sabia, su papa no iba a volver, la caminata del gaucho no se iba a detener esa tarde, la tranquilidad en la mirada de Eliseo se lo había adelantado, esa tranquilidad que poseen los viejos que saben que ya esta todo dicho y echo. A la mañana todos lloraron con cierta timidez, sabían que ese día iba a llegar pero no podían ocultar el lamento de imaginarse a el viejo titiritando de frió.
Idilio, un tiempo después de la partida de Elíseo, comenzaba a desarrollar la misma obsesión que su padre con los sentimientos y las sensaciones que surgen de su alma y que lo llevaban a pensarlas y replanteárselas una y otra vez. Había encontrado en la caja de la habitación del viejo un pequeño acordeón al que se dedico a tocar en sus tiempos libres.
Los sonidos, las clavijas, sus silencios, el viento circulando por el fuelle provocaban en Idilio la melancolía de los caminos, la hermosura de la tarde, la soledad de la arboleda y el cantar de las hojas secas de maíz, se propuso no permitir que ningún hombre mas se vea seducido por los sentires de un melancolico caminar sin antes haber escuchado el sonido del pequeño acordeón del viejo Elíseo, el gaucho de las caminatas.


Octavio Alfeo

lunes, 28 de enero de 2013

Las increíbles aventuras de Don Jorge

Don Jorge habría peleado con su mujer, con Don Carlos y con sigo mismo (esto se dice, pero no se sabe). Don Jorge habría salido a caminar, hacia ningún lugar; es decir, hacia la plaza donde acostumbraba ir. Solía sentarse frente a la fuente de agua con Don Carlos, donde planeaban el siguiente programa (o al menos, lo poco y general que podía ser planeado) mientras fumaban y admiraban la belleza de la tranquilidad. Pero ese día, el banco donde se sentaban estaba ocupado. Era Bordoletti.
-¡Qué cosa el destino! Pareciera que sin buscarlo en absoluto lo he encontrado. Pero, ¡qué maldito, el destino, también! Oscuro camino en el que me hace caminar.
Dijo ésto y se sentó en el banco. Poco tardó en quedar hipnotizado por la figura como de estatua de Bordoletti, quien miraba fijamente hacia la nada y tiraba migas de pan para las palomas, cuyo festín parecía no terminar. Y en el pintado silencio, Bordoletti habló:
-Cuán clara es el agua que cae, que incluso en la penumbra uno siente su caer.
Bordoletti había muerto y renacido infinitas veces entre que calló y que Don Jorge se atrevió a pestañear. Él había entendido lo que Bordoletti dijo. Y se atrevió a saltar del precipicio hacia lo que fuera que estaba abajo. Pero Bordoletti lo tomó del brazo, sin dejar de mirar su ausente objetivo, como diciendo "no salte, amigo, que la aventura es para pocos. Para mí". Y Don Jorge se quedó sentado.

Matias Jurjevic

El ojo de los internados

Nadie se propuso jamás entender como era el mundo desde la otra perspectiva; desde el ojo de los internados.
Los pasillos gélidos eran transitados por esos gigantes de cabeza mas aguda en la barbilla y mas grande en el cráneo, cuyo único objetivo parecía ser el de entretenerse lo mas posible con esos hombres que habían llegado a sus manos sabe Dios cómo. Desde las camas se oía diariamente la percusión de estos monstruos, que parecía despertar hasta los ratones de los cuartos olvidados de ese edificio colosal.
Fue un día en el que entregaron a todos los internados un par de tijeras. "Úselas"; ni una palabra más. Y al día siguiente, la libreta de observaciones de comportamientos se llenó de "cortóse las venas de la muñeca", "clavóse la hoja en la vena yugular", "clavóse una hoja en su estómago, 9 veces", junto al número de los internados. El único que no quedó registrado fue uno, que al día siguiente se vio ante los ojos de los señores con su cabello y su barba recortada. Fueron los últimos los que se encargaron de que corra el mismo destino que los demás. Claro que ni para el internado, ni para ellos, ni para Dios fué lo mismo.


Matias Jurjevic

Carta anonima en el diario "La gàsette" de paris, 1949.

Nunca entendí bien eso de los gremios, en mi ciudad habían muchos. Solian ser agrupaciones de personas con objetivos extraños e ideas extrañas. Pero había uno en especial que me provocaba cierto pavor, no se podía explicar sus objetivos, ni siquiera era explicable porque era un gremio...eso era lo que mas me aterraba.
Se autodenominaban "La vigía del pasado" decían ser los defensores del sentir, luchaban contra la arrasadora ráfaga del olvido, se declaraban enemigos de esta fuerza natural del alma.
En esta agrupación entendían al olvido como la falta de vida, el vacio mismo. Muchos románticos de la época solían malinterpretar el objetivo de este gremio y acudían a el para volverse a enamorar de la mujer por la cual ya no sentian mas que desprecio odio y asco, o para recordar donde habian dejado la llave de sus hogares. Pero eso estaba muy lejos de ser el objetivo de esta gente. En uno de los arrancones de ira Sir Grégoire, director y fundador del gremio, se dispuso a escribir un tratado en el que pretendía explicar el porque del gremio. Con este manifestó esperaba evitar a los estúpidos y a los románticos deprimidos por la golfa de su mujer que los habia echo infieles. Pero poco fue lo que se entendió de su escritura, el rumor de su fragilidad mental recorria el pueblo y le quitaba credibilidad a sus palabras. Eh aqui algunos fragmentos que pude conservar entre las paginas de un libro

"....No pretendo recordar, mi anhelo es no olvidar, cenizas y olvido es la muerte, mi mente y mi alma es vida, olvidar es morir, pues ¿Que somos mas que recuerdos y futuros planes? El presente no es mas que un momento para la memoria, o para planear. No quiero recordar momentos, quiero que las sensaciones del pasado no queden en el olvido, entristece mi alma como mis antiguas tristezas, felicidades, odios y amores hoy en dia no existen, solo meras imagenes de algo vivido, ese algo que fue y que dejo de ser. Odio el dejar de ser, pues eso es el olvido. Quiero desterrar de mi alma el olvido, ese que destruye antiguas sensaciones, sentimientos que en algun momento encendieron nuestra alma y que hoy no son mas que vacio de una circunstancia pasada..."
"...La nostalgia no es mas que la angustia del alma por no poder sentir eso que acompaña un recuerdo, esa sed de sensaciones que no logramos saciar en el presente, ya que a este lo sumimos y lo torturamos con recordar nuestro vacio pasado y de planear los sentires del futuro..."
..."Peor que la tristeza, odio, desazon y angustia es el vacio, despota de mi alma. No podemos luchar contra lo que no esta...contra lo que no es, defender lo que es y esta es mi objetivo, nuestro objetivo, la vida misma..."

Grégoire Maudet.
Paris 1873, 22 de enero.

Hoy, a mis 85 años, continuo intentando entender esa agrupacion, hubo momentos en mi vida en que sentia haberlo logrado, por momentos me senti parte de ese gremio, pero eso ya es pasado. A veces dudo de que ellos mismos hubieran entendido alguna vez su propio objetivo en el gremio...



Octavio Alfeo.

Bordoletti y sus obras maestas

¿Que es una obra maestra? ¿Que define su calidad? ¿Como diferenciamos las obras maestras de la mediocridad?
¿Hemos estado alguna vez en frente de una obra maestra, o solo en un intento desesperado por manosear la maestría y la cúspide del arte?
Todos los artistas aspiran a la denominada obra maestra, esa que no les genera vergüenza, esa obra en la que el amor avanza un nivel dejando atras su atraccion carnal y fisica, convirtiendose en un amor mucho mas profundo,la sensualidad y el erotismo que provoca el impacto de tal belleza quedan en segundo plano en estas obras, siendo la esencia la protagonista. Pero...¿Somos capaces de darnos cuenta cuando estamos en frente de una?
Esta incógnita acoso a Bordoletti toda la vida. ¿El era consciente de su maestría? En este relato Francisco intenta captar la esencia de las obras y entenderla.

                                                               BORDOLETTI Y SUS OBRAS MAESTRAS


Estaba pensando en do sostenido mayor en armadura de clave. Media todas las posibilidades de melodias que pudiera inventar...Pero a veces es mas dificil de lo que parece.
Pense en pedir ayuda, no ayuda, si no una clase de supervision. Pensé en Isaura Datcon pero no tenia buena relacion con ella. Despues de una noche en las que desatamos nuestras pasiones la deje embarazada, esa fue la ultima vez que la vi.
Seguí midiendo mis posibilidades, pensé en Santiago Aveiro, un compositor bastante mediocre, pero podia quizás darme una mano. Lo llame y le comente mi idea sobre do sostenido mayor en armadura de clave
- ¡Oh! eso es una clave bastante complicada- Contesto con su tipica mediocridad
Su voz me irrito y decidi cortarle agresivamente, nunca me habia dado buena pinta.
Frustrado por no conseguir relievo en mi planeada obra, abrí una botella de mi mejor whisky y con un cigarrillo entre los dedos me senté en mi sillon de cuero. Luego de unos cuantos tragos comence a cantar una melodia como acostumbraba en mis noches de ebriedad. Pero esta era una melodía diferente, era muy hermosa, decidi anotar unos parrafos de los que dare cuenta:


♪si,si,si si
bordoletti, bordoletti♪



Al otro dia me desperte y al volver a leer en el pentagrama esa abominacion de letras sin sentido me sentí feo, ridículo...la belleza había abandonado mi ser. Mientras me ahogaba en vergüenza leyendo estas notas entro don jorge a la habitacion. se dirigió hacia mi con la mirada clavada en las notas, tomo el pentagrama y luego de tararear los cuatro compases dijo:
- Felicidades, has escrito otra obra maestra-


Octavio Alfeo, Matias Jurjevic
2012